De los solitarios.

24 abr 2010

Recientemente mudé de ciudad y en el acto, he tenido que hacerlo de escuela, sin embargo, diría que lo hice al tálamo de la soledad. No he podido establecer no ya una amistad, sino al menos, un compañerismo que permita hacerme de las actividades atrasadas. En teoría, los únicos amigos que tengo -un par apenas-, quedaron en la vieja ciudad, es decir, a kilómetros de distancia, o lo mismo que decir ninguno.

Aquí, mis compañeros me parecen llanos e insulsos, y no es muy diferente la idea de los mismos sobre mí. Sin embargo, y merced a gastar mis horas de recreo y solaz en observar la actividad de mis iguales, descubrí entre ese arrebañamiento, un extraño efebo que despertó mi interés; un tipo solitario del aula de junto, mezcla de inteligente, tímido y vago, coronado por el halo de misterio del que habla poco, que otros calificarían como estupidez.

Lo encontré leyendo un día apenas tocado el timbre tumbado entre los tulipanes, lo observé desde entonces; la similitud que encontraba con mis cualidades y aficiones, me suscitó simpatía. Le rondaba disimuladamente, fingía hacer algo; le seguía cuando menos, con la mirada. Ora leía Platón ora Chéjov; ora fumaba ora hacía nada. Siempre solo. Contrario a mí, juzgué que la soledad no le pesaba.

Todo sin embargo fue a la distancia, pues no reuní nunca las cualidades para iniciar conversación alguna.

Puesto que leer para matar el tiempo en la escuela no me pareció mala idea, desde hace unos días he llevado libros para ocuparme. Hoy, mientras leía el Lambert de Balzac, y cuando todos corrían acuciados por el timbre, se detuvo como examinándome e hizo una pregunta de rigor:
-¿Te gusta Balzac?
Asentí, también con rigor.

Halló un resquicio y se sentó frente a mí.
- ¿Has leído con fruición, el mismo libro, en la misma banca...? Dijo aludiendo a Lambert no para esperar respuesta sino para demostrar que lo conocía. Sonreí. Se complació y se despidió.

Minutos más tarde cuando húbose ido, noté que había olvidado un par de libros. Los hojeé. Uno parecía en realidad ser una especie de apuntes. El último texto había sido añadido hoy, leí. Decía lo siguiente:

(Traicionero sopor; continuará).

0 comentarios:

Seguidores

.

.

.

  © Blogger template Writer's Blog by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP